21.06.2016 10:12
VOTUM SUFFRAGIUM DEVOCIÓN
El vocablo VOTO procede del latín ‘VOTUM’ una especie de promesa que se hacía a los dioses con minúscula. Se hacía el “votum” para obtener algún favor de los dioses, este votum luego se convirtió en una especie de deseo específico.
VOTUM a su vez procede de VOVERE que significa ‘prometer solemnemente’. Al hacer esta promesa (VOTUM) usted se convierte en un DEVOTO. Hay que cumplir con el VOTUM, no sea se encabronen los dioses capitolinos y envíen algún castigo (como más impuestos, alza en la luz y una Junta).
Mucho tiempo después el vocablo entra a formar parte de la jerga política. En la Roma antigua al voto político se le conocía como ’suffragium’, apoyo o ayuda prestada a alguien.
En las antiguas votaciones, se dice que se utilizaban trozos de cerámica rotos en las que se inscribía alguna palabra o nombre. Estos fragmentos luego se depositaban en unos recipientes y esto significa el apoyo del pueblo a algo o alguien. Hay otra teoría que nos lleva hasta la época en que los nombramientos y acciones recibían el aval por aclamación de parte de los soldados, que provocaban una especie de ‘FRAGOR’ entrechocando sus armas y de esta forma avalando algún proceso o decisión.
Sin importar que se utilice papeleta de cerámica, papel o electrónica no iré a dar ningún ‘VOTUM’ a ningún ‘PENDEJUM’. Tampoco me importa un ‘CARAJUM’ si los dioses del Capitolio se cabrean porque no me he convertido en DEVOTO de sus pendejadas.
