Los bancos son los dueños

Las apariencias son de cuatro tipos: las cosas que son tal como parecen ser, las que no son ni parecen ser, las que son pero no parecen ser, las que no son pero parecen ser.

Epítecto de Frigia Filósofo Griego

Los banqueros hace más de un siglo se apoderaron del poder económico planetario, dejando a un lado a las naciones estados como los entes reguladores de la riqueza. Hay un axioma que reza que “no importa quien haga las leyes, aquel que controla el flujo y la creación del dinero es quién en realidad tiene el poder’’ Discutimos sobre la importancia de X o Y partido político y de sus aberrantes y corruptos líderes, sin entender que es en las oficinas de los Bancos Centrales, donde se gesta la pobreza de la mayoría de los países y la riqueza obscena del 1% de la población. Aquí una cronología de cómo la nación más rica del planeta, le vendió el alma a la Cabal Bancaria y de por qué poco importa quién está al mando en la política.

Primera Fase 1910

Reunidos al amparo de una ausencia notable de congresistas por el periodo navideño, en 1913, se reúnen senadores y banqueros y dan paso a una pieza legislativa para la implantación de un Banco Central, esto como corolario de la reunión de los más acaudalados banqueros americanos y europeos en Jekyll Island, frente a las costas de Georgia en 1910. Entre los personajes en Jekyll que gestaban la creación de un banco central podemos mencionar a: Henry P. Davison y Benjamin Strong (en representación de JP Morgan & Company); Paul Warburg (de Kuhn, Loeb & Co., que acabaría dando lugar a Lehman Brothers y a American Express); y Frank Vanderlip y Charles Norton (presidentes, respectivamente, de National City Bank y First National Bank que, con el paso del tiempo, generarían Citigroup). Todos ellos acordaron la creación de un banco central controlado por los bancos privados, con decenas de bancos regionales. Nadie se enteró de la reunión.

Con la firma de Woodrow Wison que después se arrepentiría de su aval, se crea esta entidad que pertenece a bancos privados, el Banco de la Reserva Federal. Junto con la Reserva se crea el temido IRS, para que el trabajador por medio de impuestos regrese parte de su salario e inyecte de su propio y exiguo peculio dinero el sistema.

Wilson más tarde diría “Soy el más infeliz de los hombres, inconscientemente he arruinado mi país. Una gran nación industrial es ahora controlada por su sistema de créditos (sistema bancario) Nuestro sistema de créditos está concentrado (el Banco de la Reserva Federal); por consiguiente el desarrollo de la nación y todas nuestras actividades están en las manos de unos cuantos hombres”

Segunda Fase 1944

Finalizada la Segunda Guerra Mundial en 1944, vencedores y banqueros se reúnen en Bretton Woods, New Hampshire y convierten al dólar en una ‘súper divisa’. Hacía sentido, después de la Guerra, todas las monedas del planeta estaban devaluadas, así como la economía de los países. Entonces se decide que toda transacción comercial a nivel global sería exclusivamente en la divisa norteamericana el dólar. Para afianzar el valor de la moneda, la misma estaría respaldada por oro, a razón de $35 por onza de oro. La matemática es sencilla, los bancos tenían que tener la misma cantidad de oro que papel moneda en sus arcas.

Tercera Fase 1971

Mi profesor de Literatura Hispanoamericana el Doctor Javier Romero en la Inter de San Juan expresaba, “Los banqueros fueron entrenados en el infierno” Por “motu propio” y en ocasiones a requerimiento del Congreso, los banqueros de la Reserva se dieron a la tarea de imprimir más dólares que la cantidad de oro que tenían en Fort Knox. Los conflictos en Korea, Viet Nam, la carrera espacial y otras intervenciones bélicas en distintas partes del mundo requerían de inmensas cantidades de dinero que era provisto por el Banco de la Reserva con un interés.

El diluvio de papel moneda que ingresaba al mercado se le hizo sospechoso a algunas naciones como Francia que reclamó los trillones de dólares en papel que poseían por oro; lo que amenazaba con hundir los mercados de valores y redujo de manera sustancial las reservas de oro en EU.

El presidente Nixon en 1971, cerró de un portazo el acceso al cambio de papel moneda por el patrón oro según el acuerdo de Bretton Woods. Esto dio paso a que los banqueros ahora ‘estaban por la libre’, imprimiendo papel moneda fiduciario: respaldado solamente por la fe o en una promesa de pago por la entidad que la emite, en otras palabras, RESPALDADO POR NADA. Llevamos nada más y nada menos que 47 años de utilizando dinero FIAT.

Cuarta Fase 1973 al presente

Entonces llega el petrodólar, una divisa obtenida a través de la venta del petróleo. El término fue acuñado por Ibrahim Oweiss, profesor de economía en la Universidad de George Town. Los países que componían la OPEP comenzaron hacer más ricos a los banqueros, porque como acordado en Bretton Woods, el dólar seguía siendo la divisa rey para todo intercambio comercial, aunque la realidad es que no valía nada.

Si algún país, en especial los de la OPEP, según la política de aviones stealth, cañoneras y mísiles transcontinentales se sale del acuerdo y pretende vender su producto en otra divisa o crear la suya muy particular, será invadido, vejado, demonizado, desestabilizado y estrangulado por la Cabal Bancaria que controla toda la riqueza del planeta y comandada por Estados Unidos que es su brazo militar.

Entonces usted tiene países como Ecuador, Venezuela, Angola, Irak, Irán, Nigeria, Libia, Catar recientemente, que son despedazados y criminalizados en la prensa occidental por querer proteger sus recursos y que son amenazados constantemente por la políticas bélicas estadounidenses financiadas por los banqueros.

En estos precisos instantes muchos de esos países han sido invadidos como: Libia, Angola, Irak y otros son amenazados con invasiones abiertamente como Venezuela y Ecuador. La idea es de seguir adquiriendo países con altos volúmenes de petróleo y de alguna manera seguir teniendo al dólar como la divisa principal.

No hay tal cosa como DEMOCRACIA, los partidos politicos son fachadas para hacer creer al ciudadano, 'que su voto cuenta' y que tiene alguna participación; cuando en realidad es bajo el sistema bancario que todo es controlado.

Vivimos dentro de una estructura muy diferente a la que podemos llamar en un ejercicio lingüístico de nueva creación como BANCOCRACIA O CORPORATOCRACIA.