El negocio de la guerra de los Bush

11.01.2016 13:25

 

El negocio de la guerra de los Bush

 

El génesis de esta funesta familia de satanistas norteamericanos, se remonta a mediados del siglo XIX con el nacimiento de Samuel Prescott Bush (1863).

El bisabuelo de los Bush, dedicó toda su vida al negocio de la guerra con la venta y contrabando de armas en especial a países inestables de América Latina. Junto a otros reconocidos satanistas como John Rockefeller y John Hopkins financió la Revolución Mejicana para garantizar el negocio de la venta de armas y del petróleo. A este caballero se le conocía en la época como el “mercader de la muerte”. Podemos apreciar que todavía el negociar con la muerte, las armas y el terror es la manera de ganarse la vida de esta familita.

 

El abuelo de los Bush, Prescott Bush, continuó con el macabro negocio de su padre Samuel, financiando a los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Prescott era un fascista solapado y escondido, admirador de Hitler. Como vender a los enemigos es un acto de traición, Prescott utilizó a su socio de negocios Muhammad Bin Ladden a esos efectos. Ya podemos ver la conexión entre los Bin Ladden y los Bush que data de mediados del siglo XX, lo demás que relatan por ahí son cuentos de camino, las dos familias tienen un “matrimonio” viejísimo basado en el terror.

 

El padre de los Bush, George H. W. Bush, dedicó los años de su presidencia y como director de la CIA a implantar lo que se conoce hoy día como el “neoliberalismo”, versión del capitalismo más depredador y que ha hundido a gran parte de las economías del planeta. Nos dejó un legado de muerte y de terror con la Primera Guerra del Golfo atacando a Saddam Hussein a quien ayudó a ascender al poder en Irak en 1979. Cuando el dictador de la antigua Babilonia ya no le fue útil, se deshizo de él como papel sanitario usado.

El hijo mayor de la familia, George Walker Bush, terminó el trabajo sucio de su padre con el legado de la Segunda Guerra del Golfo. Como siempre suelen hacer los Bush con sus aliados, “pusieron en la cruz” a uno de los hijos de los Bin Ladden, sus socios de siempre. Osama cargó con toda la culpa del derribo de las Torres, el más execrable auto atentado o falsa bandera de todos los tiempos. Ese acto trajo como secuela el Patriot Act, ley que restringe de manera arbitraria la privacidad, la libertad de expresión y movimiento del ciudadano de a pie. También el Home Land Security, otro embeleco más para actuar como el “Hermano Mayor” y crear un estado de corte Orweliano.

La familia Bush tiene cientos de millares de muertos en todos los camposantos, cementerios y parques funerarios del planeta; pero en la consciencia ninguno, pues adolecen de ella.

 

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